JUICIO POR EL CRIMEN DE GARCÍA BELSUNCE

Un perito en comunicaciones reveló que Pachelo estuvo en la zona del Carmel hasta pasadas las 19.30

El acusado había afirmado que el día del asesinato se retiró del country antes de las 19, para encontrarse con su madre. En tanto, la fiscalía reveló que, según un preso, Pachelo tiró el arma en una alcantarilla de Panamericana.

Fuente: Télam
pachelo 2

Un policía especialista en comunicaciones aseguró que dos informes suministrados por la empresa de telefonía celular señalaron que el acusado Nicolás Pachelo «se encontraba a las 19.32 en la zona de Carmel» el 27 de octubre del 2002, día en que fue asesinada María Marta García Belsunce.

Se trata del comisario inspector Christian Blanco, quien presentó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro un informe especial elaborado para este tercer debate por el crimen de la socióloga de 50 años, el cual sitúa al principal acusado en la zona del Carmel, a pesar de que Pachelo afirmó que se retiró del lugar antes de las 19 para dirigirse a Capital Federal a encontrarse con su madre.

Según expresó el especialista en comunicaciones, “Pachelo estaba 19.32 en la zona de Carmel” según el registro de una de las tres antenas que estaban en la zona de Pilar, al norte del Gran Buenos Aires.

“Fueron dos llamadas, a las 19 horas 10 segundos y 19 horas, 32 minutos y 45 segundos. Son tres antenas que tienen cobertura en Carmel, ambas comunicaciones impactaron en una sola. Eso significa que a las 19.32 Pachelo estaba en la zona del Carmel”, reveló el perito.

Según el perito, es «imposible» que estando en ek shopping Paseo Alcorta, como sostiene Pachelo, la antena de Pilar haya podido captar su señal

Blanco, quien hace más de 15 años se desempeña en la policía bonaerense en la tarea del análisis de las comunicaciones de distintos delitos, relató que para comenzar a investigar las llamadas de ese día se solicitó a las distintas empresas prestadoras de telefonía celular los registros de todas las personas que estuvieron en la zona del hecho.

“Había más de 194 mil comunicaciones ese día y hubo entre 30 y 40 teléfonos investigados. Movistar -Movicom en ese momento- informó que, en ese paquete de comunicaciones de clientes que estuvieron en la zona, había dos comunicaciones vinculadas al teléfono de Pachelo que impactaron en la antena”, sostuvo.

El especialista fue firme cuando indicó que “la información que se pidió de las llamadas entradas y salientes de Pachelo coinciden con lo que impactó en la antena 394, ubicada en la calle Chacabuco”.

“A las 19 hay una comunicación del teléfono de Pachelo que llamó a la madre. La duración de la llamada fue 120 segundos. A las 19.32 recibe una comunicación desde un teléfono fijo por parte del padre de Inés Dávalos Cornejo (esposa de Pachelo) que también dura 120 segundos”, detalló.

El dato del horario es relevante, ya que según la autopsia al cuerpo de la víctima, María Marta fue asesinada entre las 18.30 y las 19 cuando Pachelo aún estaba dentro de country.

Si bien el propio Pachelo dijo que se retiró del lugar cerca de las 19 para irse a Capital Federal y las cámaras de vigilancia del country registraron su salida a las 18.59, este peritaje demuestra que el hombre permaneció en la zona hasta media hora más tarde.

El perito Blanco, además, sostuvo que entre la antena que captó el teléfono y el shopping Paseo Alcorta, donde Pachelo dijo que había ido con su madre a comprar un juguete para su hijo, hay 48 kilómetros y que “es imposible” que estando en Capital Federal haya captado la antena en Pilar.

El arma
En el inicio de la decimocuarta jornada del tercer juicio por el crimen de García Belsunce, el fiscal Andrés Quintana hizo referencia nuevamente al dato que aportó un preso -ya fallecido- al que supuestamente Pachelo le confesó el crimen de la socióloga.

Quintana explicó que se trató de un llamado realizado por Marcelo Maradei, un hombre que estuvo detenido junto a Pachelo en 2005 en la División de Investigación Penal y Administrativa (DIPA) que posee la Prefectura Naval Argentina (PNA) en el barrio porteño de Retiro y que falleció el año pasado.

Según el fiscal Quintana, Maradei llamó por teléfono el 8 de agosto de 2019 a la fiscalía de Pilar y dijo tener “información de la causa que investigaba el homicidio de María Marta García Belsunce”.

“Dijo ser Maradei, estar detenido en la Unidad 9 por disposición del juzgado de Mercedes. Dijo que estuvo detenido entre 2003 y 2006 con Nicolás Pachelo y que tuvo varias charlas con él. En una oportunidad hablaron porque se había enterado de una enfermedad de uno de sus hijos y por eso estaba vulnerable. Ahí le contó cuestiones relativas a la muerte de la madre y del padre y que le reconoció que había matado a María Marta y que había arrojado el arma en una alcantarilla de la Panamericana cercana al Carmel”, relató Quintana.

Mientras el fiscal introducía la información al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro y a la defensa, Pachelo escuchaba con atención y firmeza cada dato aportado por la parte acusadora.

En su relato, el fiscal Quintana intentó desacreditar las palabras del propio Pachelo en la audiencia anterior, cuando dijo que no conocía a Maradei y que había estado detenido en una celda solo y ubicada en el sótano de la DIPA.

En su relato, el fiscal Quintana intentó desacreditar las palabras del propio Pachelo en la audiencia anterior, cuando dijo que no conocía a Maradei y que había estado detenido en una celda solo y ubicada en el sótano del DIPA.

Según el fiscal Quintana, Pachelo y otros detenidos fueron víctimas de José Fabio González Veliz, un interno que, según los expedientes aportados por la fiscalía, los amenazaba de muerte pidiéndoles dinero, comida y tarjetas telefónicas.

“Pachelo miente, miente, miente. Mintió cuando dijo que no conoce a Maraderi, cuando dijo que estuvo dos años solo en la celda, cuando dijo que era en un sótano sin luz natural, lo cual evidencia que todo lo que dijo es mentira y, si eso es mentira, todo lo que dijo Maradei es verdad”, expresó Quintana.

“Pachelo miente, miente, miente. Mintió cuando dijo que no conoce a Maraderi, cuando dijo que estuvo dos años solo en la celda, cuando dijo que era en un sótano sin luz natural, lo cual evidencia que todo lo que dijo es mentira y, si eso es mentira, todo lo que dijo Maradei es verdad”
Andrés Quintana, fiscal

Para ahondar en su versión, Quintana expuso una resolución del 16 de mayo de 2007 del juicio contra González Veliz, en el cual el mismo imputado declaró: “Cuando ingresó a DIPA, (Pachelo) dijo que estaba por una causa pesada y que era un pesado de la causa García Belsunce”.

Tras la exposición, la abogada Raquel Pérez Iglesias, defensora de Pachelo, pidió al tribunal la nulidad de la indagatoria de su asistido durante el juicio ya que, según su entender, el fiscal Quintana «tuvo pérdida de objetividad», algo que el juez Federico Ecke no hizo lugar.

Luego de la decisión del tribunal, declaró la hermana de Maradei, quien había pedido brindar testimonio sin la presencia de Pachelo pero el tribunal no dio a lugar al decirle que “enfrente la situación” ya que “iba a estar cuidada”.

La mujer agregó que su hermano le confesó los dichos de Pachelo “porque buscaba tener algún beneficio” y le encomendó que se lo comunicara al abogado de Carlos Carrascosa, algo que finalmente no hizo.

La jornada continuó con el testimonio de Nicanor Cetra, una de las víctimas de los robos de Pachelo perpetrados en Capital Federal entre agosto de 2004 y abril de 2004.

UN AMIGO DE NICOLÁS PACHELO RELATÓ EL ROBO EN SU DEPARTAMENTO Y POR EL CUAL LO DENUNCIÓ
Un testigo relató en el juicio oral por el crimen de María Marta García Belsunce un robo que sufrió en su departamento a mediados del 2003 en el barrio porteño de Palermo, por el cual denunció a su entonces amigo Nicolás Pachelo, y que para la fiscalía se utilizó el mismo modus operandi que el homicida desplegó el día del crimen de la socióloga.

Se trata de Nicanor Cetra, quien sostuvo ante el tribunal que conoce al imputado Pachelo desde su adolescencia y a quien describió como “un chico revoltoso y un poco quilombero”.

Cetra explicó que a mediados del 2003 sufrió un asalto en su departamento del barrio porteño de Palermo, donde un delincuente robó algunos objetos de valor y dinero en efectivo que guardaba en una caja fuerte.

“Un domingo a la noche cuando volví de pasar el fin de semana en Pilar me di cuenta que me faltaban un montón de cosas”, señaló el testigo quien aseguró que ingresaron con llaves ya que no había ninguna puerta forzada.

El hombre reconoció que lo primero que hizo fue señalaron a su empleada doméstica, a quien se le realizó un allanamiento en su domicilio con resultado negativo.

Entre los objetos robados había un DVD, una consola de videojuegos, un teléfono inalámbrico y joyas y dinero en efectivo que había guardados en una caja fuerte.

“Lo que me resultó extraño es que en un patio interno había un banquito y en el techo del lavadero una radio con unos auriculares. Después pregunté si hubo algún robo en otro departamento porque creímos que se escapó por allí”, detalló el hombre.

Al ser consultado por el fiscal Patricio Ferrari, Cetra reveló que días antes del robo había recibido en su departamento a Pachelo con su entonces esposa, Inés Dávalos Cornejo.

El hombre relató que la idea original era cenar en el departamento de Pachelo, pero como estaba recién mudado, le pidió si podían hacer la reunión en su casa.

“Nos pidieron hacer un recorrido por la casa para conocerla y después Nicolás se quedó charlando en la cocina un buen rato con mi empleada. Al tiempo me dijo que le preguntó si trabajaba todos los días, si estaba los fines de semana y si tenía llaves”, recordó.

También señaló que ese mismo fin de semana del robo Pachelo lo había llamado para ir al cine pero le había dicho que no podía porque estaba en su casa de Pilar.

Para los fiscales Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González, la mecánica del robo en el departamento de Cetra tiene similitudes con el hecho en el que fue asesinada García Belsunce, especialmente en la inteligencia previa y en las maniobras para despistar.

Para la parte acusadora, Pachelo hacía inteligencia previa junto con su esposa para concretar el hecho y luego dejaba algún elemento para distraer, en el caso de María Marta haberla corrido a la bañadera para simular una caída.

El relato de Cetra continuó cuando, al tiempo, se reunió con el hermano de María Marta, John Hurtig, quien le dijo que había comprado una cámara de fotos que sabía que era de su propiedad, y le contó que Pachelo había dejado en ese mismo local para vender una lista de otros productos que posiblemente eran los robados en su departamento.

“Me costó creerle a John. Ya se había muerto María Marta y la situación de la familia era de público conocimiento. Me fui mal de esa reunión. Era mi cámara, pero yo no lo había visto a Nicolás dejando mi cámara para vender”, sostuvo.

Finalmente, a los pocos meses tomó conocimiento por un grupo de amigos que Pachelo también les había robado y que había confesado los robos, por lo que decidió denunciarlo.

Cetra sostuvo que recibió dos llamados de Pachelo, uno desde prisión y otro cuando recobró la libertad, y en uno de ellos le pidió que desista de su denuncia, algo que hizo por decisión propia.

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