Djokovic, cabeza de serie número uno del torneo, tuvo que emplearse a fondo para superar al talentoso Herbert, quien demostró gran velocidad y precisión en sus golpes, ganándose el apoyo del público local en la cancha Philippe Chatrier. La lluvia obligó a desplegar el techo retráctil del estadio, creando un ambiente de tensión y expectación.

El partido fue un verdadero desafío para Djokovic, quien se encontró con un Herbert decidido a dar la sorpresa. El francés, actualmente ubicado en el puesto 142 del ranking mundial, mostró un juego agresivo y variado, subiendo constantemente a la red y poniendo en aprietos al tres veces campeón de Roland Garros. A pesar de las dificultades, la experiencia y la resiliencia del serbio fueron cruciales para asegurar la victoria.

A lo largo del encuentro, Djokovic mantuvo la calma y el control, ganando el 80 por ciento de sus puntos con el primer servicio y demostrando por qué sigue siendo uno de los jugadores más dominantes del circuito. Su capacidad para manejar situaciones críticas y su determinación para luchar por cada punto resultaron determinantes en su victoria.

El próximo reto de Djokovic será enfrentarse al español Roberto Carballés Baena en la segunda ronda. Carballés Baena avanzó tras vencer al francés Constant Lestienne con parciales de 6-3, 7-5, 4-6, 6-2. Djokovic ha dominado previamente sus enfrentamientos contra el español, ganando ambos duelos previos sin ceder un solo set.