DESCARTAN UN PARO

La CGT suspendió la reunión y ratificó que permanece en «estado de alerta»

Luego de que un hombre intentara asesinar a la Vicepresidenta el pasado jueves, el Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo resolvió mantenerse en «estado de alerta» y «seguir la evolución de los acontecimientos».

Fuente: Télam
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La CGT suspendió el encuentro de consejo directivo que iba a realizar este lunes debido a las disidencias internas en torno a la propuesta de un paro lanzada por los sectores gremiales más duros, pero zanjó la coyuntura con la ratificación del estado de «alerta» y consideró suficiente la marcha del viernes pasado para repudiar el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y «en defensa de la democracia».

La central sindical dijo formalmente en un comunicado que la suspensión de la reunión de su cúpula se resolvió luego del «debate del viernes último y la unánime decisión de marchar hacia la Plaza de Mayo en defensa de la democracia», y exigió «responsabilidad democrática a los líderes parlamentarios de todos los partidos políticos».

Pero fuentes gremiales consultadas por Télam aseguraron este lunes que el encuentro fue postergado a partir de «serias disidencias internas», que podrían haber provocado «una ruptura ante las disímiles posiciones sobre la convocatoria a un paro y otra movilización».

«El paro debía haberse convocado para hoy el mismo viernes, sin esperar una nueva reunión de consejo directivo. Ahora ya fue. No tiene ningún sentido paralizar otra vez el país y movilizarse», confiaron a esta agencia varios dirigentes de gremios confederados.

Otros voceros gremiales señalaron que el sector denominado de «los gordos» se opuso de forma tajante a la posibilidad de paralizar el país y a convocar a una nueva marcha, y a esa posición se sumaron los representantes de los sindicatos de que responden al dirigente gastronómico Luis Barrionuevo.

«Un paro no le conviene hoy a nadie, porque estaría ya fuera de momento y espacio. Además, la sociedad en su conjunto lo vería con muy malos ojos», dijeron esas fuentes.

A tal punto no hubo posibilidad de acercar posiciones entre los sectores que integran el consejo directivo, que los dirigentes no fijaron siquiera una a fecha para la próxima reunión.

La central obrera había deliberado durante varias horas el viernes último, luego del ataque perpetrado contra la vicepresidenta y titular del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, frente a las puertas de su domicilio en el barrio porteño de la Recoleta. Al día siguiente marchó hacia la Plaza de Mayo con las CTA y las organizaciones sociales y políticas.

«El debate de la última reunión de consejo directivo -el viernes- y la unánime decisión de marchar en defensa de la democracia dotaron de contenido y significación a la monumental demostración popular producida en todas las ciudades», afirmó este lunes la CGT.

Un documento firmado por sus cotitulares Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña sostuvo que las columnas de trabajadores organizados que se movilizaron hacia la Plaza de Mayo bajo las consignas elaboradas en la CGT de «defensa irrestricta de la democracia, condena absoluta al atentado, justicia independiente y fin del odio y la violencia política mostraron otra vez la fortaleza del movimiento obrero en las calles».

«Es preciso mantenerse unidos para ponerle un límite social a la confrontación política», enfatizó la CGT, que ratificó su reclamo de «responsabilidad democrática» a los líderes parlamentarios de la totalidad de los partidos políticos, señaló el documento.

También expresó que ante «la contundente respuesta de los trabajadores a la convocatoria del viernes y a partir de las razones expuestas en la última reunión queda superado el encuentro de consejo directivo previsto para hoy», aunque puntualizó que la central obrera seguirá «la evolución de los acontecimientos» y ratificó el estado de alerta.

La CGT aseguró que «el movimiento obrero organizado garantizará con «la fuerza de todos los trabajadores la plena vigencia de los derechos democráticos del país», y reclamó «el fin de la violencia política y social y una justicia independiente» para todos los argentinos.

La central obrera había convocado el viernes a otra reunión de su conducción a partir de las 16 de este lunes a fin de evaluar el escenario político y determinar un paro nacional con una nueva movilización en repudio del atentado contra la vicepresidenta Kirchner.

Ese día, los gremios confederados en la CGT y los alineados en la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) y en su par Autónoma (CTAA) -que conducen Hugo Yasky y Hugo Godoy, respectivamente- participaron en la multitudinaria movilización hacia la Plaza de Mayo para repudiar el ataque e intento de magnicidio contra la vicepresidenta.

La CGT se había ya pronunciado la semana anterior «en defensa de la democracia y la paz social», luego de repudiar el ataque con arma de fuego cometido por un ciudadano brasileño en la Recoleta, y también decidió entonces el estado de sesión permanente.

De forma previa al encuentro de conducción del viernes, la central había debatido la posibilidad de convocar a un inmediato paro general ante aquellos hechos, pero las opiniones estuvieron entonces también divididas y se optó por la marcha de ese día.

Daer, cotitular cegetista, había confirmado el viernes la reunión de hoy en una conferencia de prensa ofrecida en el histórico edificio de Azopardo al 800, acompañado por Moyano y Acuña, en tanto el titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, propuso el mismo jueves una huelga en todo el territorio para el día siguiente, lo que no prosperó.

También eran partidarios de una huelga el bancario Sergio Palazzo (líder de la Corriente Federal de Trabajadores) y el propio camionero Pablo Moyano.

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